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martes, 29 de abril de 2014

Breve Historia del Mundial de Fútbol (8/21) 1962

Chile, país presente en el primer Campeonato del Mundo de Uruguay 1930 y potencia emergente del fútbol sudamericano, fue elegida en el Congreso de la FIFA en Lisboa en 1956 como sede del VII Mundial a disputarse en 1962. No fue una elección fácil, ya que enfrentó a los chilenos con la eterna aspirante Argentina. Llegado el momento de las interpelaciones, el dirigente argentino Raúl Colombo argumentó que su país debería albergar la fase final puesto que le sobraban infraestructuras mientras que Chile carecía de las necesarias. La respuesta del nuevo presidente de la CONMEBOL y a la sazón presidente de la federación chilena Carlos Dittborn fue lapidaria: “Puesto que nada tenemos, todo lo haremos”.

La fuerza de la naturaleza estuvo cerca de arruinar los planes de los organizadores chilenos cuando dos años antes del evento un gran terremoto asoló la mitad del país. A toda prisa y con un gran esfuerzo logístico, la federación chilena logró cumplir sus compromisos y acoger el Campeonato del Mundo.

Junto con las ya clasificadas “de oficio” Chile (anfitriona) y Brasil (campeona), cincuenta y seis selecciones participaron en la fase de clasificación. Como en la anterior convocatoria, varias selecciones ilustres se quedaron sin viajar al largo país andino. La subcampeona Suecia pereció en el desempate ante Suiza, y la Francia de “bronce” de 1958 sufrió la misma pena ante una sorprendente Bulgaria. El resto de selecciones de postín alcanzaron su objetivo y se clasificaron para la fase final. Bulgaria y Colombia (ésta tras eliminar a Perú) serán las dos selecciones debutantes en el campeonato. Cabe reseñar que la Unión Soviética acudió a Chile con el honor de ser la ganadora del primer Campeonato de Europa de Selecciones (Eurocopa) de 1960.

sábado, 26 de abril de 2014

Breve Historia del Mundial de Fútbol (7/21) 1958

Designada de modo provisional en el Congreso de Luxemburgo de 1948, Suecia fue confirmada como sede del VI Campeonato Mundial de Fútbol en el Congreso de Zurich de 1954, celebrado días después del final del Mundial de Suiza. El país nórdico contaba con los avales del título olímpico de 1948, el prestigio de tener a varios de sus mejores futbolistas destacando en las principales ligas del Viejo Continente, el buen estado de sus instalaciones y su solvente economía –una de las más saneadas de la Europa de postguerra-. Doce sedes acogerán los partidos de la fase final, repartidos entre varias de las principales ciudades suecas (Malmö, Norrköping, Helsingborg...). Gotemburgo construirá para el Mundial el Nuevo Ullevi y la final se disputará en un estadio con solera: El Rasunda de Solna.

Los países van superando las rencillas políticas y las penurias de la postguerra. El nuevo intento de articular las relaciones internacionales en el nuevo foro de las Naciones Unidas prospera y, como si de un reflejo de ello se tratara, las selecciones que concurren a la fase de clasificación mundialista son cada vez más. Participan por vez primera la Unión Soviética y su principal satélite, la RD Alemana. Como el número de participantes aumenta, también lo hace el número de ausencias ilustres: Las bicampeonas mundiales, ganadoras de los cuatro primeros campeonatos (Uruguay e Italia) no logran el billete para Suecia, doblegadas respectivamente por paraguayos y norirlandeses. La España de Di Stefano, Gento y compañía es la otra gran ausente después de que su traspié en casa ante la también notable Suiza lo aprovechara Escocia.

La eliminatoria “pintoresca” fue Israel-Gales. Una resolución de la FIFA determinó que los hebreos, favorecidos por sucesivas renuncias de sus rivales, debían ganarse la clasificación disputando al menos una eliminatoria. Se invitó a Italia y a Uruguay, que renunciaron a entrar en la fase final “por la gatera”, y fue Gales la que aceptó jugar ante Israel. Los británicos se llevaron la última plaza al ganar ambos partidos a Israel por 2-0.

miércoles, 23 de abril de 2014

Breve Historia del Mundial de Fútbol (6/21) 1954

Seis días después del “Maracanazo” se reunió el Congreso de la FIFA en Río de Janeiro para elegir la sede del siguiente Campeonato del Mundo de Fútbol. El país designado fue Suiza. La elección se apoyó en todo tipo de criterios, desde el simbólico (el L aniversario de la FIFA, con sede en el país helvético), el deportivo (su selección había participado dignamente en varias ediciones del Mundial) hasta las más prosaicas motivaciones socio-económicas (a diferencia de sus limítrofes, Suiza había permanecido neutral y su riqueza, sus ciudades y su economía se mantuvieron a salvo de los embates de la guerra). Suiza disponía, además, de estadios e infraestructuras aptas para albergar un Mundial de la época, y al ser un país pequeño las sedes estaban muy próximas, ahorrando costes en desplazamientos. La saneada economía suiza permitió la remodelación de algunos estadios para acoger los partidos de la fase final que se disputarían en Berna, Lausana, Ginebra, Basilea, Zurich y Lugano.

La participación crecía. 35 equipos disputaron la fase de clasificación. De ellos, 27 adscritos a la UEFA. La Alemania occidental participó con la selección del Sarre al margen, pero no la RDA. Como tampoco participó la Unión Soviética. Sí lo hicieron varios países de su órbita de influencia que no habían podido acudir a Brasil cuatro años antes: Hungría, Checoslovaquia, Rumania... Polonia se retiró dejando campo libre a los húngaros. Como Alemania, Japón reingresó en la FIFA aunque sucumbió en una dura eliminatoria ante otro país recientemente escindido: Corea del Sur, que fue el primer representante de Extremo Oriente que disputó la fase final.

viernes, 18 de abril de 2014

Breve Historia del Mundial de Fútbol (5/21) 1950

La segunda guerra mundial había paralizado la inmensa mayoría de las competiciones deportivas internacionales, entre ellas el normal desarrollo del Campeonato Mundial de Fútbol. La elección para el IV Mundial a disputarse en 1942 se iba a realizar en 1940 en el Congreso de Luxemburgo. En él concurrirían tres candidaturas: Argentina (que repetía intento), Alemania y Brasil. La guerra lo detuvo todo.

Terminada la contienda, en 1945, se convocó para el año siguiente el Congreso de Luxemburgo donde se escogería la sede del campeonato para la edición de 1950. Alemania y Japón fueron expulsadas de la FIFA como pena impuesta a las potencias del Eje, castigo del que se salvó Italia (que continuó adscrita como agradecimiento a la azarosa custodia de la Copa del Mundo llevada a cabo por el presidente de la federación italiana y vicepresidente de la FIFA Ottorino Barassi). Con las dos sudamericanas en liza fue Brasil la elegida para albergar el IV Campeonato. El nuevo rechazo a la candidatura argentina derivó en un nuevo boicot de la AFA. A cambio, volvía a participar la primera campeona: Uruguay.

Ottorino Barassi salvó la Copa
En la fase de clasificación tampoco faltaron los problemas, las ausencias y los inconvenientes. Las federaciones británicas se reintegraron a la FIFA y se decidió que el tradicional campeonato británico resolviera dos plazas para la fase final. Inglaterra lo ganó y se clasificó, pero Escocia renunció a su plaza al no considerarse legitimada como subcampeona para ir a Brasil. Muchos países de Centroeuropa, zona especialmente devastada durante la IIGM, renunciaron (casos ilustres de las últimas subcampeonas Hungría y Checoslovaquia). Turquía, que se clasificó por delante de Austria, abandonó. Y la India, clasificada en el grupo asiático, renunció a viajar a Brasil al no prosperar su solicitud para que los futbolistas hindúes pudieran jugar descalzos. Con todo ello, se quiso completar la participación de dieciséis selecciones invitando a equipos previamente eliminados como Francia y Portugal, pero las gestiones no prosperaron. La incomodidad –aún- de los viajes transatlánticos en avión o barco, y sobre todo los gastos en dietas en un contexto de escasez durante la postguerra hicieron que algunos se lo pensaran dos veces. En la fase final del IV Mundial estarían presentes sólo 13 selecciones.

jueves, 17 de abril de 2014

Baloncesto / NBA: Playoffs 2014 (1ª Ronda)


K.D. ante Marc Gasol: duelo en primera ronda

Ha terminado la liga regular en la NBA y ahora comienza la fase decisiva por el título: los celebérrimos Playoffs. La distancia de calidad y competitividad entre los equipos de la Conferencia Oeste y la Este se ha agrandado durante esta temporada, y la demostración es que Phoenix Suns se ha quedado fuera de los ocho mejores del oeste igualando la tercera mejor marca del este (48 victorias y 34 derrotas). Los grandes candidatos al título han mostrado sus cartas y ocupan los primeros lugares del cuadro: San Antonio y Oklahoma por el oeste e Indiana y Miami por el este. Los floridenses luchan por su tercer título consecutivo aunque no son muchos quienes apuestan por ello.

Las ocho eliminatorias de primera ronda han arrojado enfrentamientos de todo tipo: iguales y desiguales, ataques contra defensas... y llama la atención la ausencia de varias franquicias ilustres que o no han sido lo suficientemente regulares (Nueva York Knicks), han firmado un año mediocre (Boston Celtics, Detroit Pistons) o directamente han hecho el ridículo (Philadelphia 76ers, Milwaukee Bucks o en concreto Los Ángeles Lakers). Calderón en Dallas, Marc Gasol en Memphis, Serge Ibaka en Oklahoma y Víctor Claver en Portland (éste como suplente-muy suplente) son la representación española de esta edición.

CONFERENCIA OESTE

San Antonio Spurs (1) – Dallas Mavericks (8)

Tim Duncan y Tony Parker (San Antonio)
A priori, este choque de rivalidad entre tejanos debería ser ganado con soltura por los Spurs quienes, pese a la veteranía de sus figuras, no sólo no muestran signos de decadencia sino que han sido el mejor equipo de liga regular. Dallas, con Nowitzki, Calderón, un renacido Carter y Monta Ellis han ido de menos a más. Son competitivos, pero casi nadie cree en ellos ante los hombres de Popovich. Por otra parte, el historial de la temporada regular es claramente favorable a San Antonio por 4-0. Otro dato a favor de San Antonio: ésta es su decimoséptima presencia consecutiva en los Playoffs.

domingo, 13 de abril de 2014

Breve Historia del Mundial de Fútbol (4/21) 1938



Con los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 como telón de fondo se eligió en el Congreso de la FIFA celebrado en la capital alemana la sede del III Campeonato Mundial de Fútbol a celebrarse dos años después. Pugnaban Argentina y Francia y éste fue el país escogido, hecho que provocó el boicot de Argentina. La conocida “ley de rotación de continentes organizadores” aún no había llegado al Mundial.

La elección de Francia fue polémica. Se trató de justificar como un premio a la labor de Jules Rimet como creador del campeonato, pero a nadie se le escapaba que las circunstancias en las que los galos organizarían el Mundial no eran precisamente fáciles. La inestabilidad socio-política azotaba Europa y especialmente a Francia, objetivo declarado del régimen de Adolf Hitler para ampliar el territorio del III Reich. Muchos no creyeron conveniente ni la elección de Francia ni siquiera la celebración del Campeonato, pero éste se llevó a cabo finalmente.

Tal era la situación en 1938 que la nómina de ausencias ilustres estaba encabezada por dos países europeos y por motivos bélicos: España sufría su guerra civil desde 1936, y Austria (clasificada para Francia) había sido anexionada por Alemania tres meses antes del inicio del Mundial. Las figuras austríacas no judías pasarían a militar en la “Mannschaft” pangermánica. En sudamérica los motivos de ausencia fueron otros: Argentina, presente en los dos primeros mundiales, renunció por boicot como antes comentamos, sumándose a Uruguay, aún “enfadada” por el desprecio europeo a su Mundial en 1930.

miércoles, 9 de abril de 2014

Breve Historia del Mundial de Fútbol (3/21) 1934


El primer campeonato mundial disputado en Uruguay había superado las expectativas más halagüeñas de la época. El torneo no sólo era económica y logísticamente viable, sino que el nivel competitivo de Uruguay 1930 había sido muy alto. Y todo ello, a pesar de las numerosas bajas de equipos europeos. Con ese ambiente de optimismo se designó a Italia como sede del II Campeonato del Mundo de fútbol de 1934 en el Congreso de Estocolmo de octubre de 1932.

Italia era ya por entonces una de las principales selecciones europeas. Contaba con jugadores de gran categoría (con Giuseppe Meazza como la figura más conocida) y su campeonato liguero estaba considerado por entonces como el más competitivo de Europa junto al inglés. Además de la nacionalización de varios jugadores sudamericanos que reforzó el equipo (Monti, Orsi, Guaita, Attilio DeMaría...), la “squadra azzurra” iba a contar con un respaldo que resultaría totalmente decisivo: el del gobierno de Benito Mussolini. “Il Duce” vio en el Mundial de 1934 un formidable escaparate propagandístico de las bondades de su régimen, involucrándose hasta el punto de ejercer presión sobre el arbitraje cuando los italianos disputaron las fases decisivas del campeonato. Por las buenas o por las malas, Italia debía ser la campeona.

Hacia el remoto Uruguay partieron doce selecciones. Cuatro años después se inscribieron 32 equipos para participar en el II Mundial, lo que llevó a la primera fase de clasificación para la fase final de un Campeonato del Mundo. Algunos equipos se retiraron (Chile, Perú y Polonia dejaron vía libre a Argentina, Brasil y Checoslovaquia) e Italia fue la única selección anfitriona que tuvo que disputar una fase de clasificación –ganada con facilidad ante Grecia-. Alemania, España y Austria se perfilaron como equipos a tener en cuenta en el campeonato gracias a sus goleadas en la fase clasificatoria. La gran ausente fue la vigente campeona: la selección de Uruguay, que boicoteó los campeonatos de Italia’34 y Francia’38 en respuesta al escaso interés que las selecciones del Viejo Continente habían demostrado para participar en el primer Mundial.